Nuestra visión del mundo o visión de la realidad depende directamente del sistema de creencias en el cual nos educamos, o lo que es lo mismo nuestra percepción del mundo no es mas que una interpretación basada en una serie de asociaciones de registros aprendidos que se guarda en la mente. Cada vez que captamos algo a través de cualquiera de los sentidos, en realidad lo que estamos haciendo es interpretar lo que captamos de acuerdo a nuestros registros o memoria. A través del tiempo cada cultura fue creando su interpretación de la realidad o su sistema de creencias.
Cuanto mayor sea el numero y la complejidad de estas creencias o interpretaciones menor será el desarrollo de la conciencia o lo que es lo mismo menos posibilidades tendremos de “ver” lo que realmente esta pasado. Nos volvemos así menos profundos en nuestro actuar, sentir y pensar. Dejamos de buscar, para simplemente aceptar el mundo y sus fenómenos como nos contaron que era.
La experiencia, sea cual fuere, emoción, dolor, enfermedad, hambre, gusto, etc., es percibida o interpretada con la complejidad e “imagineria” del propio estado evolutivo y su visión del mundo.
En la medida en que nos vamos volviendo más conscientes empezamos a ver el mundo en vez de interpretarlo, vamos adquiriendo sensibilidad y receptividad hacia el mundo y sus fenómenos. Nuestra “mente” comienza a percibir a nuestro “cuerpo” y sus sensaciones, comenzamos a transgredir fronteras. Comenzamos a abrir las puertas de la percepción.
Las culturas originarias están impregnadas de estos conceptos, pero veamos a modo de ejemplo dos opiniones “modernas” al respecto:
Según Frank Lawlis refiriéndose a la relatividad del dolor: “A medida que la investigación ha ido desplazando su interés hacia los aspectos cualitativos del dolor, ha emergido un concepto en relación con la “complejidad cognitiva” de la experiencia. En esencia el termino complejidad cognitiva describe la multiplicidad de dimensiones a través de las cuales la persona puede estructurar, en términos significativos, sus sentimientos, sus experiencias vitales y el propio mundo”.
Refiriéndose a los hábitos alimenticios el Dr. Paul Pitchford dice: “antes que una persona este abierta a recibir una limpieza nutricional y una terapia renovadora..., debe existir una conversión fundamental de sus creencias, lo cual se logra con el aprendizaje y el desarrollo del entendimiento de la conciencia”
Estos sistemas de creencias o visión de la realidad propia de cada nivel evolutivo se reflejan en la configuración de yo, del nosotros y el ello o en lo individual interno, lo cultural y lo social o sea que nuestro estilo de vida depende directamente de la visión de la realidad propia del nivel en el cual nos encontramos. Nuestro sistema de creencias entonces nos marca las pautas de conducta psicoemocional, alimenticia, laboral, actitud ante el mundo, salud, etc. por mencionar algunas de las mas importantes. En la medida que el ser humano va trascendiendo e incluyendo (sin negar, ni bloquear) los niveles del desarrollo evolutivo de la conciencia va acercándose mas a lo esencial del ser, eso que trasciende (e incluye) la razón, lo puro, así sus creencias serán menores en numero, pero profundas en percepción y sensibilidad. El hombre así se va “desenganchando”, se va limpiando.
Resalta en este punto la importancia de poseer conocimiento de estos niveles de la evolución de la conciencia, sus sistemas de creencias, visión del mundo etc., tanto a nivel personal como colectivo.
Conocer las reglas del juego, así se puede definir la búsqueda real del hombre.
Conocer y practicar estas reglas de juego a nivel personal es la única manera de llegar a ser “uno mismo”; a nivel colectivo y de relaciones con otros el conocimiento de estas reglas nos permite ver claramente “lo que esta ocurriendo”, sin centrarnos tanto en el sujeto, si no más bien en lo que pasa. De igual forma se aplica en nuestra relación con el mundo.
La búsqueda de poder, el camino, es el aprendizaje y practica de las reglas del juego.
Con este conocimiento vamos desprendiéndonos de creencias viejas, inútiles, adquiridas, empezamos a ver el mundo de otra forma, con los filtros limpios y el cuenco vacío. Nos volvemos mas sensibles, mas perceptivos a la realidad, Comenzamos a “vivir con” nuestro cuerpo, mente y espíritu, comenzamos a estar sanos.
Dijimos que nuestro estilo de vida depende del sistema de creencias, puedo concluir diciendo que el camino a la curación es el proceso de conversión del sistema de creencias propio de nuestro estado evolutivo, para poder así, trascender a un nivel mas profundo. Esto puede ser logrado por medio del aprendizaje y puesta en practica de las “reglas del juego”, propias de cada nivel evolutivo, con su visión del mundo, complejidad cognitiva, estructuras del yo, necesidades, etc.
Las reglas deben ser integrales y profundas, aplicables al individuo, la cultura y la sociedad. Por muy difícil que parezca, tanto conocerlas como su existencia, estas reglas existen en la naturaleza y rigen la vida en el mundo, basándonos en ellas entonces, podremos discernir qué sistema de reglas es el más conveniente usar. Las culturas originales del mundo (China, Andina, Mesoamérica, por Ej.) son en realidad filosofías de vida naturalistas, siguen las leyes naturales, son orgánicas, integrales y trascendentes, los que las convierte en un sistema de reglas integralmente funcional.
Difundirlas es lo que me propuse, espero estar a la altura.
Cuanto mayor sea el numero y la complejidad de estas creencias o interpretaciones menor será el desarrollo de la conciencia o lo que es lo mismo menos posibilidades tendremos de “ver” lo que realmente esta pasado. Nos volvemos así menos profundos en nuestro actuar, sentir y pensar. Dejamos de buscar, para simplemente aceptar el mundo y sus fenómenos como nos contaron que era.
La experiencia, sea cual fuere, emoción, dolor, enfermedad, hambre, gusto, etc., es percibida o interpretada con la complejidad e “imagineria” del propio estado evolutivo y su visión del mundo.
En la medida en que nos vamos volviendo más conscientes empezamos a ver el mundo en vez de interpretarlo, vamos adquiriendo sensibilidad y receptividad hacia el mundo y sus fenómenos. Nuestra “mente” comienza a percibir a nuestro “cuerpo” y sus sensaciones, comenzamos a transgredir fronteras. Comenzamos a abrir las puertas de la percepción.
Las culturas originarias están impregnadas de estos conceptos, pero veamos a modo de ejemplo dos opiniones “modernas” al respecto:
Según Frank Lawlis refiriéndose a la relatividad del dolor: “A medida que la investigación ha ido desplazando su interés hacia los aspectos cualitativos del dolor, ha emergido un concepto en relación con la “complejidad cognitiva” de la experiencia. En esencia el termino complejidad cognitiva describe la multiplicidad de dimensiones a través de las cuales la persona puede estructurar, en términos significativos, sus sentimientos, sus experiencias vitales y el propio mundo”.
Refiriéndose a los hábitos alimenticios el Dr. Paul Pitchford dice: “antes que una persona este abierta a recibir una limpieza nutricional y una terapia renovadora..., debe existir una conversión fundamental de sus creencias, lo cual se logra con el aprendizaje y el desarrollo del entendimiento de la conciencia”
Estos sistemas de creencias o visión de la realidad propia de cada nivel evolutivo se reflejan en la configuración de yo, del nosotros y el ello o en lo individual interno, lo cultural y lo social o sea que nuestro estilo de vida depende directamente de la visión de la realidad propia del nivel en el cual nos encontramos. Nuestro sistema de creencias entonces nos marca las pautas de conducta psicoemocional, alimenticia, laboral, actitud ante el mundo, salud, etc. por mencionar algunas de las mas importantes. En la medida que el ser humano va trascendiendo e incluyendo (sin negar, ni bloquear) los niveles del desarrollo evolutivo de la conciencia va acercándose mas a lo esencial del ser, eso que trasciende (e incluye) la razón, lo puro, así sus creencias serán menores en numero, pero profundas en percepción y sensibilidad. El hombre así se va “desenganchando”, se va limpiando.
Resalta en este punto la importancia de poseer conocimiento de estos niveles de la evolución de la conciencia, sus sistemas de creencias, visión del mundo etc., tanto a nivel personal como colectivo.
Conocer las reglas del juego, así se puede definir la búsqueda real del hombre.
Conocer y practicar estas reglas de juego a nivel personal es la única manera de llegar a ser “uno mismo”; a nivel colectivo y de relaciones con otros el conocimiento de estas reglas nos permite ver claramente “lo que esta ocurriendo”, sin centrarnos tanto en el sujeto, si no más bien en lo que pasa. De igual forma se aplica en nuestra relación con el mundo.
La búsqueda de poder, el camino, es el aprendizaje y practica de las reglas del juego.
Con este conocimiento vamos desprendiéndonos de creencias viejas, inútiles, adquiridas, empezamos a ver el mundo de otra forma, con los filtros limpios y el cuenco vacío. Nos volvemos mas sensibles, mas perceptivos a la realidad, Comenzamos a “vivir con” nuestro cuerpo, mente y espíritu, comenzamos a estar sanos.
Dijimos que nuestro estilo de vida depende del sistema de creencias, puedo concluir diciendo que el camino a la curación es el proceso de conversión del sistema de creencias propio de nuestro estado evolutivo, para poder así, trascender a un nivel mas profundo. Esto puede ser logrado por medio del aprendizaje y puesta en practica de las “reglas del juego”, propias de cada nivel evolutivo, con su visión del mundo, complejidad cognitiva, estructuras del yo, necesidades, etc.
Las reglas deben ser integrales y profundas, aplicables al individuo, la cultura y la sociedad. Por muy difícil que parezca, tanto conocerlas como su existencia, estas reglas existen en la naturaleza y rigen la vida en el mundo, basándonos en ellas entonces, podremos discernir qué sistema de reglas es el más conveniente usar. Las culturas originales del mundo (China, Andina, Mesoamérica, por Ej.) son en realidad filosofías de vida naturalistas, siguen las leyes naturales, son orgánicas, integrales y trascendentes, los que las convierte en un sistema de reglas integralmente funcional.
Difundirlas es lo que me propuse, espero estar a la altura.
Parece fácil y lógico; pero como lo llevas a la practica?
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